Hola mi pequeñito, sigo pensando en que te quiero escribir un libro , para que sepas como y porque te hice llegar.
Tengo momentos de desquicie porque aún no sabes como comunicar lo que te ocurre pero muchas veces sé , y porque lo he aprendido que cuando estas sensible y necesitas mucha atención es porque estas con un resfriado o quizá dolor de dientes. Perdona por las veces que ves mi cara cuando me pongo muy nerviosa por falta de sueño o dolor y tú tienes tus llantos a veces incontrolados. A veces lloro, otras me pongo muy nerviosa, otras te abrazo fuerte para que sientas protección pero a veces me rechazas y me empujas e incluso me agarras la cara enfadado, a veces respeto tus enfados pero a veces no les entiendo y me lo tomo personalmente y me entristece. Sé que aún eres un bebé pero también tengo miedo a que no te sientas identificado conmigo como cuando nos pongo a los dos delante del espejo e intento buscar mi parecido en ti pero solo lo encuentro cuando veo fotos mías de pequeña , porque ahí pequeñín, si que veo el parecido pero ahora mismo en el espejo a veces no y temo que tu morena piel te haga sentir lejano de mi, incluso cuando provienes de mí. Ojalá nunca te tengas que sentir identificado con ninguna raza y sobre todo por tu precioso color de piel morena.
E de decir que a veces echo de menos el estar sola pero cuando tengo momentos sola no paro de pensar que estarás haciendo en la guarde o si te dejo con los abuelos, con los abuelos y siempre tengo ganas de verte y abrazarte. Así que supongo que eso que dicen que las alegrías ganan a las frustraciones , en este caso es cierto. Porque no quiero ni puedo imaginarme sin ti. Porque me acuerdo como me sentía cuando no estabas y ahora que te veo me alegro de que estés en mi vida. Como mamá; no sabía que tendría tanto estrés o que me sentiría culpable por ello y por muchas otras cosas pero la inmensa alegría que tengo cuando te veo es indescriptible y solo tú me has dado eso en esta vida. Gracias pequeñito.
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