A la montaña subirás ,
y el claro a veces se vislumbrará,
con la marea el caos te sentirá ahogar,
pero aunque el agua salada, es,
no te matará.
Por que del camino llano,
la calma te dará,
pero incluso con ello,
te aburrirás.
Pero aunque en la oscuridad estés, hijo,
mira hacia el cielo,
porque la luna aunque no la veas
nunca deja de brillar,
y este donde esté ,
la blancura de su rostro siempre sonríe
cuando a la noche ve llegar.
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